martes, 6 de mayo de 2008

CATASTROFES INMINENTES


El sistema de ayuda internacional no es adecuado para combatir el hambre
Alertan de catástrofes inminentes en el este y oeste de África por el encarecimiento de los alimentos

El actual sistema de ayuda internacional no es el adecuado para combatir el hambre en el mundo. Es lo que opinan las ONG Oxfam Internacional (Intermón Oxfam en España) y CARE, que abogan por reformular las políticas de asistencia para hacer frente al actual incremento de los precios de los alimentos e impedir crisis alimentarias en el este y oeste de África.
Este llamamiento se ha efectuado al finalizar una conferencia en Roma, en la que 30 organizaciones humanitarias y agencias de las Naciones Unidas debatieron cómo abordar el hambre en el mundo. "El mundo ha mejorado mucho a la hora de enviar equipos que salvan vidas, pero parece incapaz de hacer lo necesario para prevenir crisis" afirmó la presidenta ejecutiva de Oxfam, Barbara Stocking, en un comunicado conjunto difundido en Londres.
Pobreza crónica
"Las protestas por la subida del precio de los alimentos han vuelto a situar el hambre en la agenda política, pero el sistema de ayuda humanitaria no será capaz de combatirla si permanece estancado en el pasado, considerando las crisis alimentarias como acontecimientos esporádicos, y no asume el problema subyacente de la pobreza crónica", alerta Ariane Arpa, directora general de Intermón Oxfam.
Para Robert Glasser, secretario general de CARE International, "el error de los gobiernos radica en no actuar con suficiente antelación ni de manera conjunta. La ayuda ante las emergencias se moviliza demasiado tarde, cuando ya se han perdido muchas vidas".
Oxfam y CARE alertan de que, tras el impacto de la subida de los precios de los alimentos, hay indicios que apuntan a catástrofes inminentes en el este y oeste de África, que, a su juicio, podrían evitarse si se actúa de forma inmediata.
En el este de África, la época de lluvias (de marzo a mayo) está siendo mucho más seca de lo normal, lo que podría desencadenar otra crisis humanitaria de grandes dimensiones (la segunda en menos de tres años). Las organizaciones están especialmente preocupadas por los efectos que puede tener el hambre en el sur de Somalia, la región somalí de Etiopía y del oeste de África, Mauritania y Níger.
Las ONG señalan que la acción preventiva no sirve únicamente para salvar vidas, sino que tiene sentido desde el punto de vista económico. En 2004 y 2005, los donantes internacionales fueron alertados sobre la necesidad de intervenir ante la hambruna que asoló el oeste de África y Nigeria. "Solamente cuando las cámaras de televisión mostraron a niños demacrados muriendo, el mundo reaccionó", denuncian. Pero fue demasiado tarde. Según la ONU, si se hubiera actuado antes, salvar la vida de un niño hubiera costado un solo dólar, frente a los 80 que costó hacerlo con retraso.
Oxfam y CARE critican especialmente a la industria de la asistencia alimentaria, argumentando que en ella hay intereses de grupos corporativos que se benefician al entregar la ayuda a las personas más vulnerables del mundo.
Como soluciones más inmediatas para la crisis alimentaria, Oxfam y Care piden:
- Incrementar la inversión en agricultura de pequeña escala, tanto por parte de los donantes internacionales como de los gobiernos de los países en desarrollo, especialmente en el África Sub-sahariana. Mali y Zambia son un ejemplo de cómo se puede pasar de depender de la ayuda alimentaria a ser exportador de cereales. Todos los agentes implicados deben asegurarse que las mujeres pueden acceder también a las oportunidades creadas.
- Detener los incentivos hacia la producción de biocombustibles. La gran demanda por biocombustibles ha estimulado el incremento del precio de los alimentos.
- Considerar la definición de targets obligatorios, en términos de población más vulnerable a las emisiones y a los efectos laterales de sus impactos sociales y ambientales -incluyendo el alto precio de los alimentos, la repartición de tierras y los abusos laborales. Los países en desarrollo necesitan integrar sus políticas de biocombustibles con las de seguridad alimentaria, para poder abordar temas como la propiedad de las tierras y el uso de los cultivos.
- Garantizar que los pequeños agricultores tienen acceso a servicios financieros tales como seguros y créditos.
- Promover las políticas comerciales nacionales que tengan en cuenta medidas de seguridad alimentaria y el desarrollo rural y apoyar a los agricultores más pobres y marginados para que se beneficien de la actual subida de precios.
- Reconocer que el cambio climático intensificará estos problemas, y que será necesario responder urgentemente con medidas que los mitiguen y de adaptación.
- Eliminar aquellos subsidios agrícolas otorgados por los países ricos que distorsionan las exportaciones.